Un niño lloraba y se aferraba al ataúd donde estaba el cuerpo de Daily Analí Domingo Martínez. No quería dejarlo ir, no quería dejar ir a su hermana, quien lo cuidó y protegió, y quien lo hacía sonreír.
Desde niña Daily era habilidosa con los números. Quería ser contadora, tener una oficina, ser una mujer independiente económicamente y atender las necesidades de su madre. Deseaba aprender a tocar el piano.
La quinceañera tenía cinco hermanos. Su mamá era trabajadora doméstica. La situación económica en su casa era complicada, a los 13 años decidió mudarse con su papá. Allí sufrió maltrato y luego de escapar fue enviada al Hogar Seguro.
“No protegen a las niñas, no hicieron nada por auxiliarlas. Si las hubieran ayudado no hubieran muerto y las quemaduras no fueran tan graves”, dijo Ana Martínez, madre de Daily, a Prensa Comunitaria en el 2017. “Quiero que se haga justicia, no solo por mi hija o las otras niñas que ya murieron, también por las que están luchando por sobrevivir.
Cuatro años después del crimen, Daily es recordada por su mamá como una niña carismática, sonriente, con deseos de superación y colaboradora.