Las llamas que consumieron la vida de 41 niñas y adolescentes el 8 de marzo de 2017, no fueron el principio de la violencia para ninguna de ellas. Existían varias denuncias de abusos y vulneraciones a los derechos al interior del Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
Jaquelin Paola Catinac López murió en el hospital tras ser trasladada, en estado crítico, desde el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, con otras 22 compañeras.
Tenía 15 años y era de Quetzaltenango. A los tres años, quedó huérfana. A partir de ahí, sus hermanos se hicieron cargo de ella.
Según contó un familiar a Prensa Libre, fue enviada al Hogar Seguro por conductas desobedientes. Apenas un año después, la negligencia estatal y la violencia institucional, condujeron al incendio que dejó 56 víctimas y extinguió los sueños de 41 niñas como Jaquelin.