A Sarvia Isel Barrientos Reyes, una de las niñas que murió en el incendio del Hogar Seguro, su madre la parió siendo una adolescente. Pocos años después, la tuvo que dejar para buscar un futuro en Estados Unidos.
Sarvia creció con su abuela materna hasta que llegó al Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en donde murió a los 14 años.
En Guatemala cada día se registran 14 embarazos en niñas y adolescentes, como la mamá de Sarvia Isel. Cada día se registran 18 violaciones sexuales.
De acuerdo al Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva, solo en los primeros seis meses de 2021, 57,578 niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años quedaron embarazadas. De ellas, 2,737 tenían entre 10 y 14 años. Esto supone 9,500 embarazos por mes. Más de 300 por día.
Forzar la maternidad en Guatemala se ha vuelto algo socialmente aceptado. En 2018, diez diputados propusieron una iniciativa de ley que busca prohibir a instituciones educativas implementar programas sobre educación y diversidad sexual e incluso propone establecer penas de cárcel para las mujeres que tengan abortos involuntarios.
El año pasado, el presidente Alejandro Giammatei impidió la instalación de una sede de la ONG Planned Parenthood, que promueve la educación sexual y entrega métodos de planificación familiar. ¿La razón? La defensa de la vida.
En el Hogar Seguro, niñas y adolescentes denunciaron ser víctimas de abusos sexuales y violación. Una de las menores de edad sobrevivientes del incendio estaba embarazada cuando éste sucedió. Seis meses después de sobrevivir al fuego, una niña parió a un niño.