Hay una ilustración en la que Yohana se ve muy feliz, llena de vida. Yohana Desiré Cuy Urízar lleva flores de colores en el pelo, una mirada acogedora y una sonrisa inocente.
El retrato es parte de un homenaje realizado por las organizaciones 8 Tijax, Mujeres Transformando el Mundo y Prensa Comunitaria, para recordar a las víctimas del incendio en el Hogar Seguro.
Yohana era de la comunidad Canoas Bajas en San Andrés Semetabaj, Sololá. Se crió con su abuela y tía, pues su padre emigró a Estados Unidos cuando ella era una niña y su madre se mudó a la capital de Guatemala en busca de trabajo.
En enero de 2017 ingresó al Hogar Seguro. Dos meses después murió en el incendio. Tenía 15 años.
Hasta hoy, la familia sufre la estigmatización de la violencia en contra de Yohana. Uno de sus parientes, cuyo nombre será reservado por razones de seguridad, relató a Ocote que las personas constantemente los juzgan. “Hemos estado muy mal desde entonces. Las personas nos acusan”.
A la familia Cuy Urízar la gente la señala de abandonar y cuidar mal de Yohana. Esto le pasa a muchas de las familias de las otras 55 niñas y adolescentes que en marzo de 2017 fueron encerradas en el aula. Les sucede a pesar que muchas de ellas estaban en el hogar por motivos fuera de su alcance, como la pobreza extrema.
Uno de los mayores sueños de Yohana era convertirse en policía.